Nos levantamos muy temprano, aún de noche, bajo una abundante lluvia. Se decidió, ya con la claridad de la mañana, comenzar a caminar pues no dejaba de llover.
Así encontramos el último puesto de control, antes de nuestro objetivo, donde volvemos a exhibir nuestros pasaportes.
Los tortuosos desniveles en escalinatas labradas por el legendario pueblo, continúan presentándose como una constante en nuestro camino.
La lluvia cesa por momentos pero la niebla persiste, aunque de tanto en tanto se disipa y nos deja ver, maravillados, unos paisajes sorprendentes con sus imponentes moles montañosas y su exuberante selva.
Camino, acompañado por amigos, una mañana de lluvia, a través del pasado, respirando ese aire reconfortante de la vida, maravillado con este entorno inolvidable con sabor a experiencias irrepetibles...
4 comentarios:
Que razón tienes estáis viviendo unas experiencias irrepetibles.
¡ÁNIMO!.
Muchos besos.
Es tal cuál mi querida amiga!
Besos
Es tal cuál mi querida amiga!
Besos
Ay ¡Yo no vi este blog! Voy a desayunar y vuelvo.
Besos
(Me lo agrego a la lista "negra" jiji)
Besos
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